Crónico
Lo hace una vez Dos veces, diez, cien No se concentra Va y vuelve Gira sobre su eje Pierde su tiempo Se victimiza La culpa es de todos De las circunstancias De sus padres De una ciudad cualquiera De la gente de mierda De la envidia Del qué dirán Se asfixia por momentos Se castiga mucho Se tortura siempre Su orgullo es volátil Internamente se desvaloriza Lo intenta Pero es cruel y autocomplaciente Se martiriza y satiriza No acepta la crítica Le duelen los reproches, Le sigue doliendo aquel Sin resultados Lo hace una vez Dos veces, diez, cien. Kwangho Shin, imagen tomada de internet