Esa mañana despertó con la certeza y la duda Esa dualidad ridícula suele invadirla Y la retiene frente a un espejo por segundos eternos cepillado sus dientes También la impulsa a cantar sin afinación a los cuatro vientos Certeza cuando el agua caliente recorre sus poros y el jabón los perfuma Certeza al primer sorbo de café amargo Dudas por un corte súbito de luz, señal de un mal augurio Dudas por las virulentas noticias que gritan los diarios Dudas por una carrera mal lograda, fantasmas del pasado Certeza por una futura venta Dudas al matar una mosca y provocar un caos al otro lado del planeta Certeza de un fresco aire rozando su cara, con la sensación triunfal de encontrar un buen trabajo Dudas y más dudas al esperar una mañana entera por una entrevista nefasta que básicamente propone un trabajo esclavo Certezas al salir corriendo y no aceptarlo Dudas por el futuro, la economía, las boletas, el país y el tránsito Cereza de volver a casa y reencontrarse con su...