Niño perdido

Son las siete de la tarde en la casa del abuelo, los niños están  jugando alborotados, entre los chasquibum, estrellitas,bengalas y escondidas. Se prepara el festejo previo a noche buena, pero una de las tías nota que falta uno de los chicos, llaman a la ciudad consultando a la madre y no está, entonces todo se revoluciona, comienza la indagatoria, todos aseguran haberlo visto, pero él no está por ningún lado. 
Y comienza a búsqueda en la casa de campo. La madre alarmada por su parte busca en la casa de la ciudad, se pregunta si está escondido, va hasta el patio, el lavadero, debajo de la cama, puede que el niño esté dormido.
Los tíos vuelven al centro a buscarlo, salen por el barrio,  recorren los lugares cercanos y  van hasta los hospitales, la policía.
Madre y abuela comienzan a hacer memoria.
Esa siesta del veintitrés de diciembre hacía calor, la madre estaba ocupada entre el bebé y la comida, creo que tenía pendiente la costura de unos vestidos  y a  la abuela le faltaban un par de regalos, así que decidió llevarse a los chicos a pasear un rato al centro, distraerlos, por suerte los negocios abrían de corrido. Así que partió la abuela con seis de los siete nietos.
En la plaza había juegos, hamacas, trompos y calesita, estaban todos divertidos, uno de los chicos es amante de la naturaleza y los animales, se entretiene dándole pochoclos a las palomas con otros niños y se aleja sin querer de sus hermanas y sus primas.
 Luego, al rato, se da cuenta que todos se han ido, pasan los minutos, las horas, él niño se comienza a preocupar, tiene ganas de hacer la caca, pero no se quiere mover del lugar, entonces se va detrás de unos arbustos, no tiene con qué limpiarse, ahora tiene vergüenza y olor. Uno de los niños con los que jugaba le ofrece ayuda, pero él tiene la esperanza de que su abuela vuelva.
 Al ver que pasan las horas, un señor que estaba con uno de los amigos de la plaza ofrece llevarlo en un taxi a casa, pero él se niega rotundamente a subirse a un auto con extraños, aparte está manchado, incómodo, con hambre, enojado, desilusionado, se olvidaron de él, no entra en su cuerpo tanta angustia.
 El señor está con un grupo de chicos, es profesor de básquet y está festejando el fin de año con sus alumnos, son del barrio Ciudad del Milagro.
Le pregunta: ¿qué le pasó?, ¿por qué está solo?. Él  le cuenta afligido su situación, por los nervios no recuerda dónde vive, el profesor le pregunta si hace deportes, el niño le responde que sí, en Gimnasia y Tiro. Y que desde el club él sabe el camino a casa; ya que siempre va a la pileta con sus hermanas.
En la casa la madre, abuela y tíos están alterados, no hay novedades, de repente  a las once de la noche ven un grupo de gente que se acerca caminando por la vereda, es el profesor con los chicos y Pedro que viene empacado contra la pared, la madre corre  a buscarlo, se siente realmente desbordada, el niño llora, ambos se abrazan fuertemente, por fin.
Agradecerle el gesto a este buen hombre es poco, mamá entra a bañar a su hijo pródigo. Preparan las cosas y salen al campo, en la casa del abuelo ya fueron avisados.

Esta noche en una casa de campo en la ciudad de Salta, tíos, abuelos, primos, hermanos, madre e hijo, festejan doblemente haberse encontrado y agradecen a todos los cielos, que el niño esté sano y salvo.


Foto tomada de internet




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