Ecdisis

 Permiso le dijo y tomó distancia, así concluyó años de terapia. 
Haciéndolo dejaba parte de su esencia de eso que ya le molestaba en la espalda, en los huesos, en el corazón como un pesario viejo y  corroído de tanta espera.
Si de esperar… porque en estos tiempos la gente o cierta gente tiende a pensar que el otro va a cambiar y el otro no cambia. Es más, afianza su manía, se tira tanto de la cuerda que finalmente se convierten uno y otro en extraños soportándose miserias.
Suele ser doloroso y antinatural mudar la piel, la casa, los perfumes, los momentos; desprenderse de cada detalle, abrazo, pelea, llanto y silencio.
El proceso de ellos fue sumamente complejo: ciertas células mandaron señales a otras hormonas que respondieron y comenzó a cascada de cambios drásticos, vertiginosos. Primero fueron funcionales, luego estructurales. Dieron paso a miedos y resistencias. Ambos se sintieron confundidos, trataban  de buscar en sus recuerdos el punto de quiebre, la gota que rebalsó el vaso.
Lo que antes era agradable, entró en conflicto.
Ya no había fuerzas para abrazar, ni caricias para recibir,de sus yemas se borró todo rastro.
Los dilemas enquistados salieron del trance, afloraron los rencores que nunca se dijeron y aparecieron las verdades que más dolieron.
 Ellos hablaron como pudieron, hicieron las pases implícitamente.


 Explícitamente comprendieron que lo mejor era tomarse un tiempo, separarse.

video tomado de internet.



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