Viajeros en el tiempo
“Nadie es inocente”
dice el cartel.
Y mil bocas hablan
distintas lenguas
de otros planetas
de orillas y de cimas.
Son arquitectos del destino,
que construyen presentes
con música de fondo y
risas contagiosas.
Las bocas cuentan distancias que caminaron
nos hablan de ocasos que vieron
y fotografiaron con sus pupilas.
El tiempo se mide en llegadas y partidas
por infinitos lugares,
climas, gentes, culturas y comidas.
Nadie es culpable y mil bocas callan
sólo al recorrer…
Y se llenan de historias de plazas y pueblos,
añoran abrazos que recibieron.
Los mapas ya transitados
son amuletos
que aprendieron.
Y ellos siguen
migrando,
volando, nadando,
andando, creciendo,
viviendo intensos
momentos.
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