Escribo

En un instante dio veredicto y dicto sentencia acató las ordenes , ciega confinada a restablecer un orden idílico intimidar toda clase de respuesta entonces… se multiplicó, en seres cobardes con cascos, gases y armas. Pasaron el perímetro entraron azotando mi puerta,  cientos de puertas, redujeron al perro (pobre animal) y sus ojos quedaron abiertos en el cemento no pudo siquiera mostrar sus dientes. Golpearon a mi madre ultrajajon a mi hermana suplique que no las toquen gozaron de esa escena pedí clemencia y me arrastraron con saña y desprecio a la puerta, cientos de puertas, ahí recibí más golpes. Esa violencia personificada en individuos, inclasificables obedientes, obsecuentes, crueles amargos y soberbios, que perdieron el corazón. Esa violencia no puede, ni podrá callar a un pueblo que sale a las calles que marcha y despierta que pide justicia y grita hambre ese pueblo que ve sin ojos q...

Península  horizonte  inmensidad   sonidos  tanto cielo franco ritual que profundo es todo copular ecos tanto mar distancias  migraciones  ciertas palabras nadar tanta magia  voy a volver a vos... [nosotros] cetáceos altas olas orillas    viento y sal fundirnos sin  fin.

En los intersticios en los no lugares en esos rincones que solemos habitar y no circula el aire; y se bifurca libre en múltiples dimensiones siendo continente y contenido sabe de secretos macabros de ecos de risas de vientos acompañó la caída libre de objetos extraños sabe de ese café caliente y amargo del placer de caminar descalzos recorrió también un río manso esa tarde de verano se deslizó por las calles de tu barrio vivió amores y desengaños supo ver el brote de una lágrima y esperar paciente que se evaporara; también conoce cada partícula humana nos entiende sin juzgarnos. Sucede que lo ignoramos casi siempre,  y no lo percibimos importante... [Por eso, es necesario]  parar un instante inhalar y exhalar las consecuencias ¡Respirar! Profundo Y seguír a conciencia cada paso.

Digo que puedo florecer pétalos amarillos diminutos en múltiples fractales. Algunos días puedo ser más relativa y también sufrir una embestida de otra realidad que se marchita; sacándose los lentes raros... para ni siquiera ver lo que va hacer contándose la venas. ¿Cómo puedo florecer un jueves, si el lunes no vi marchita tanta pena? Indagó hasta marearme en un esfuerzo continuo y sistemático por dar soluciones siempre perfectibles nunca perfectas. Y sigo sin comprender ¿cuáles son los motivos, de que alguien quiera marcharse? Debo florecer entonces porqué giró la ruleta y le dio a ella, otra oportunidad para sanar esas heridas, las internas. Deberá surcirlas. Puedo florecer exaltar en colores y olores pabilos y néctar. Trato de fijar propósitos y estar más alerta sabiendo entender miradas desoladas que seguramente piden ayuda [hace días] muy cerca.

Es un domingo como cualquier otro pero "és" este instante, momento, segundo o suspiro en el que me  lees y puede que ya no vuelva.  Estoy sentada en la escalera pensando en el proyecto, las cortinas blancas y la puerta roja "si roja". Y me acuerdo de que hace un tiempo estábamos en una terminal viéndonos por primera vez y esa misma noche despidiéndonos, la caída mientras yo cantaba Cerati   y después cuando en abril te mudaste al  mono-ambiente  y en el otro departamento ya super instalados, pasábamos nuestras primeras fiestas solos.  Altero presente, pasado y futuro todo pasa mientras vos estás a media cuadra y Troilo mastica un hueso; yo tomo unos mates muy calientes amargos. Todos pasan también: los autos, las motos, los ruidos o un feliz cumpleaños a lo lejos.  Petrona esta serena, los bichos se inmolan frente a un foco (lo más parecido al sol o al calor). El cielo está  nublado, corre una leve brisa casi imperceptible. Quizás llueva y oj...

Un kilogramo de egoísmo Dos tazas de resistencia Trescientos gramos de cinismo Unas gotas de frescura concentrada Puede usted unir todos los ingredientes El orden no altera el producto Lo más probable es que no le importen los resultados Puede que abandone la mezcla Puede que simplemente no quiera ni mirarla Que más da, así es uno cuando no quiere nada ya.

Cuando llega la noche las cosas se mueven a un ritmo pausado todo está medido y calculado leña, humo y fuego precisos calle casi oscura de tierra algunos autos silencio tengo sed ronronea mi gato cuando el viento agita puedo detectar cada sonido los llamadores del patio el vaivén del cubre cerco como aullan ciertos perros las  ramas del lapacho las ventanas que crujen como recitando los pájaros se acurrucan asustados si llueve... todo huele a verde profundo y amarillo diminuto todo se siente a jarilla y a pasto mojado en esos momentos todo es extraño las formas de las cosas son ellas y su sombra, osea se transforman en el transcurso de la madrugada van mutando las sombras y las cosas siempre insinúan algo si voy por la casa de camino al baño me asomo a la ventana y veo las luces de la ciudad son pequeñas y titilan todo es más pausado,  al ritmo de estos cerros,  naturalmente extraño.