Un mínimo trazo de lápiz, garabatos tratando de no derramar improvisaciones en los vértices y vórtices tomar distancia, unos metros buscar microscópicamente rastros de arañas y escarabajos, para guardarlos en tarros o latas muchos rostros y un déjà vu. Intensa oscuridad y después purpurina camuflada que se desprende desafiando la ventana amanece café con leche y tostadas jugar con masa y pintar el libro gigante. Zoom en un buzo de llama, bichitos de luz en el parque y chicos corriendo intentado atraparlos en frascos dolor de panza, fiebre y angina. Un río de musgo y el viento en las orejas, una olla llena de carbonada, una caminata a la loma, muchos senderos, él pasaje Rojas, un aula en segundo grado y la noción de ese dios (impuesto). Risas a coro viendo peliculas con pochoclos en la cama grande, aquel baño y su espejo la avenida con casas sin alma, ese patio con su perro atado, el cantero de geranios y azaleas y el timbre del teléfono. Terror a las ...